Inicio Locales Conoce aquí a los dos asesinos en serie que sembraron el terror...

Conoce aquí a los dos asesinos en serie que sembraron el terror en Huaral

La Provincia de Huaral es conocida por la calidez de su gente y su deliciosa y sobresaliente gastronomía, sin embargo, hace un par de años esta querida ciudad estuvo plagada de dos sujetos que sembraron el terror a los Huaralinos con hechos sangrientos nunca antes vistos.

¿Usted sabe de quienes estamos hablando?

Pues sí, nada más y nada menos que de el «Monstruo del Garrote y «El Apóstol de la Muerte»

Ambos asesinos llenaron de miedo las calles de Huaral, durante esos días los Huaralinos tenían temor de salir y convertirse en las nuevas victimas de estos sanguinarios sujetos.

El “Monstruo del Garrote”, el asesino en serie de Huaral que mató a 13 personas

En el 2017, los vecinos de Huaral amanecían constantemente con miedo. En las zonas descampadas aparecían cadáveres que compartían rasgos en común y tenían la firma de un asesino en serie.

Las víctimas tenían mucho alcohol en la sangre y golpes potentes en la base del cráneo que parecían provocados por un garrote. La primera teoría policial era que se trataba de una pandilla que se aprovechaba de ebrios que salían en lamentable estado de las fiestas, pero la violencia los hizo pensar en un asesino en serie.

A través de las cámaras de seguridad ubicadas en posiciones estratégicas, se encontró a un mototaxi azul que aparecía siempre en los últimos lugares donde se había visto con vida a los elegidos por este asesino.

Te puede interesar

Conoce aquí a los siete asesinos más peligrosos del Perú, dos de ellos son Huaralinos

Los policías empezaron a centrar su investigación en mototaxistas que trabajaran de noche y cerca discotecas. Y se enfocaron en uno que resultaba sospechoso: Domingo Norabuena Espíndola. A sus 57 años, era identificado como una persona conflictiva y agresiva que cumplía la descripción del desconocido.

Luego de un seguimiento, se le capturó cuando estaba por acabar con otra vida. Al intentar justificar sus acciones, solo hacía mención al odio que sentía por la gente.

El perfil psicológico hecho por especialistas determinó que “que es emocionalmente hostil, agresivo e impulsivo. De temperamento fuerte, insensato y temerario cuando se trata de alcanzar objetivos indeseables. No posee sensibilidad hacia la vida humana”.


Domingo Norabuena Espíndola, el monstruo del garrote, fue condenado a 35 años de prisión, acusado del asesinato de trece personas. En su carrera delictiva, acabó con la vida de una docena de personas.

Te puede interesar

El “Monstruo del Garrote”, el asesino en serie de Huaral que mató a 13 personas

Pedro Pablo Nakada Ludeña «El Ángel de la muerte»

Pedro Pablo Nakada fue apodado como el ‘Apóstol de la muerte’, se le acusó de 25 asesinatos y aseguraba ser un enviado de Dios para ‘limpiar’ el mundo con sus crímenes. 

Era finales del año 2006 cuando el mundo descubría, luego de su captura y su escalofriante testimonio, el sendero de muerte que había dejado Pedro Pablo Nakada.

“Odio a los homosexuales, los maricones no merecen vivir. Tampoco los alcohólicos, las prostitutas ni los fumones. Mi misión es limpiar todo eso”. Ese era el discurso que reiteraba ante policías y periodistas que buscaban saber más sobre este frío personaje. Pero en ese momento, nadie sabía tantos detalles.

No conocían que su primera muerte sucedió el primer día del 2005, en una playa de Chancay. Allí encontraría su estilo para matar, usando una pistola, aunque su modus operandi se perfeccionaría. Pasó de disparos torpes en el tórax a la precisión de siempre dar en la nuca para “matar sin dolor”.

Entre sus víctimas se enlistan mujeres mayores, taxistas con sus pasajeros, cosmetólogos, adolescentes y niños. Un total de 25 cadáveres que pudieron ser más, ya que fue detenido cuando pensaba lanzar una granada en una discoteca.

El apóstol de la muerte fue condenado a 35 años de prisión y enviado al penal de Lurigancho. Siguiendo un patrón común en estos casos, se intentó suicidar en más de una oportunidad. Posteriormente, sería trasladado al pabellón de enfermos mentales. Sin embargo, meses después se le encerró pabellón de enfermos mentales por su esquizofrenia paranoide. A pesar de la amenaza constante y explicita de «seguir cumpliendo su misión purificadora».

Relacionado

Condenan a Pedro Pablo Nakada el “Apóstol de la muerte” a 35 años de cárcel.

Deja un comentario