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Lima 2019: La historia del cuchimilco, la mascota de los Juegos Panamericanos

Su figura con los brazos abiertos es recurrente en la iconografía costera, pero nadie sabe hasta hoy su función o qué simboliza. El cuchimilco, mascota de los Juegos Panamericanos Lima 2019, orgullo de los huaralinos, goza hoy de una renovada popularidad que debería servir, dicen los arqueólogos, para posibilitar más fondos y estudios sobre la cultura Chancay.

En un repaso rápido a las iconografías clásicas del Perú antiguo, se comprueba la recurrencia de figuras feroces, provistas de garras, colmillos, ojos excéntricos y, en general, una pinta de malhumor que intimidaría a cualquiera. Ahí está Ai Apaec, el dios degollador de los moche, o las cabezas clavas, guardianas de la ciudadela Chavín. A su lado, con sus bracitos abiertos, los cuchimilcos de la cultura Chancay (1200-1470 d.C.) asemejan pequeños bebes esperando a que alguien se anime a cargarlos. Casi provoca hacerles ‘cuchicuchi’.

Hay una cierta ternura y una bondad inmanente en ellos, como la imagen de un amigo que saluda a lo lejos, aunque la impresión no consiga disfrazar lo poco que sabemos de estas figuras, tan presentes en las culturas costeras de los valles de Huaura, Chancay, Lima y otros. Los cuchimilcos y su presencia constante son un enigma por resolver: se los suele encontrar en los rituales de entierros de la costa central, pero ¿qué representaban y por qué se los colocaba ahí? Solo se pueden esbozar hipótesis como botellas arrojadas al mar.

Mientras, de tanto en tanto, la tierra hace brotar más figurines (que es el nombre que prefieren los arqueólogos). Solo en junio pasado, trabajadores y arqueólogos de la empresa de gas Cálidda encontraron en Puente Piedra la antigua tumba de un niño y, en ella, a dos cuchimilcos de unos 700 años. Ambos figurines pequeños son los que ilustran la apertura del presente artículo.


Incluso, sobre el nombre ‘cuchimilco’ hay un misterio. No proviene del quechua, el aimara u otra lengua local, y lo más probable es que se trate de una denominación contemporánea. Su sonoridad recuerda indudablemente a la lengua nahuatl (México y Mesoamérica), propiamente a la palabra ‘xochimilco’. El arqueólogo Walter Tosso, un experto en la cultura Chancay y actual curador de la importante muestra Cuchimilco –que se puede ver en el museo Amano, de Miraflores–, piensa que el apelativo se lo pueden haber asignado los huaqueros que traficaban con piezas desde los años cuarenta por toda América.

Del mismo modo opina Víctor Hugo Farfán, arqueólogo del Museo de Arqueología, Antropología e Historia, de Pueblo Libre, quien recuerda que el término no tiene origen quechua, ni rastreo en ninguna lengua practicada en el antiguo Perú, siendo una aproximación su posible significado, quizás proveniente de otras partes del continente.

– La ruta del cuchimilco –
​Además de reputados artesanos textiles, los chancay fueron prolíficos ceramistas. En los almacenes del Museo de Pueblo Libre se albergan más de 18 mil piezas pertenecientes a esta civilización, una cantidad mucho mayor que las de otras culturas en su colección. De ellas, un importante número, sin contabilizar, pertenece a figurines chancay. Allí los cargan y muestran a la prensa con el esmero de quien enseña a su recién nacido. “La imagen antropomorfa con los brazos abiertos es un diseño que antecede a los Chancay, pues se ha encontrado en culturas del horizonte medio como Wari”, añade Farfán.

Comercio

Lima 2019: los secretos detrás de cuchimilco, el trofeo para los medallistas panamericanos | NCZD
Día a día, con cada entrega de medallas en los Juegos Panamericanos Lima 2019 , los deportistas se llevan un cuchimilco, una estuatilla elaborada a mano.

1 COMENTARIO

  1. Me temo que hay un error en la publicación, el cuchimilco no es la mascota de los panamericanos, sino MILCO que es una figura inspirada en el cuchimilco de la Cultura Chancay, la cual se desarrollo en la parte baja de la cuenca del rio Chancay llegando a extenderse por el Norte hasta el valle de Supe y por el Sur hasta el valle del Rimac.

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