Alejandro Quillay Buitrón, es un joven huaralino que adquirió una moto lineal en la tienda comercial La Curacao, que tiene contrato con un taller de mecánica para el mantenimiento del vehículo, mientras dure la garantía.
Él llevó su moto a dicho taller, apenas a un mes de su adquisición, pero luego se dio con la ingrata sorpresa que había sido robada de dicho lugar, ubicado en el sector de Santa Inés.
Su preocupación parte del hecho de que el dueño del taller no dio aviso inmediato a la policía y tiene recelo de que la moto pueda ser utilizada con algún fin nefasto que luego podría involucrarlo, por lo que hizo la denuncia ante los medios.
En presencia de un grupo de periodistas, el dueño del taller asumió la responsabilidad de la pérdida del vehículo, comprometiéndose a pagarla, de ser necesario.
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