.
Bastante desmejorado y descompensado por este flagelo de la humanidad, es dolorosa la impotencia al verlo con las huellas del dolor que le produce su enfermedad.
Todos sus amigos y conciudadanos de Huaral, debemos prestarle el apoyo que requiere en estos momentos. Es lo menos que se puede hacer por este hombre que en sus años de juventud supo obsequiarnos la alegría del éxito y el orgullo de los triunfos que obtuvo para la felicidad de su pueblo.