Esta es la pesadilla en que se había convertido la relación entre Jessica Ambrosio y su expareja Robin Montalvo durante los 6 años que vivieron en Chile. La joven, una vendedora ambulante de 25 años, ahora luce desfigurada debido al ácido muriático que el desquiciado hombre le lanzó al rostro y parte del cuerpo, impulsado por los celos enfermizos.
Jessica, cuyas quemaduras sufridas le penetraron el cráneo, necesitará de más de 30 cirugías reconstructivas. Ella permanece internada en una clínica de Santiago donde el costo de atención es de mil dólares por día, una suma impagable para la joven madre de dos niños de 7 y 2 añitos.
En Lima, la familia de Jessica se unió en oración y pidió apoyo a las autoridades para repatriar a la joven, sus hijos y a su madre quien también resultó herida.
Robin Montalvo, el agresor, permanece detenido en chile y lo más seguro es que sea denunciado por tentativa de homicidio.
Una pena que en modo alguno resarcirá la insania de haber dejado a una joven marcada de por vida.
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