Ratificando todas sus versiones propaladas por Huaralenlinea, el trabajador Roberto Córdova Morales, contó que ayer jueves por la tarde se dirigió a su trabajo llevando una carta al área de Recursos Humanos, junto con la copia de su constatación policial y se dio con la sorpresa de una nueva versión: Le dijeron que lo habían puesto a disposición de Personal para que lo manden a otra área. Si esa hubiera sido la intención, me hubieran hecho laborar ese día o me entregaban el Memorandum de cambio de área, indicó.
«No me hubieran dicho que estaba despedido, como lo hizo el operador del Pozo 4, que estaba en mi reemplazo. Así consta en el Parte Policial: Que ya no pertenecía a la empresa y no tenían por qué dejarme ingresar. Personal me ha mandado a Gerencia de Operaciones, que es la misma área en que estaba y he sido enviado al Campo para hacer zanjas. Esto ya lo han hecho por venganza. Yo voy a continuar con el proceso, por abuso de autoridad», afirmó.
«Trabajé en la Picadora de papas y cobraba en Emapa. Así consta en las hojas de asistencia que tengo como prueba. Mi renuncia fue por una discusión con Vílchez Bula, porque yo no quería seguir en la picadora a raíz del excesivo tiempo que ahí permanecía (De 16 a 18 horas). Uno por necesidad tiene que aceptar esas cosas», recalcó.
«No era el único, habíamos varios que trabajábamos en esa modalidad. El señor Vílchez Bula sabe quienes son los otros. La gente de Emapa sabía esto. Yo jamás hablé con el alcalde Jaime Uribe ni ninguno de sus regidores», contó.
«Al salir de la picadora y regresar a Emapa me estuvieron hostigando, porque él se quedó resentido y molesto conmigo y tuvimos varias discusiones, hasta nos faltamos el respeto verbalmente, por eso el 27 de abril del 2011, presenté mi renuncia y como no me quiso recibir, tuve que corregirla con un abogado y presentarla nuevamente. Ahí conversamos personalmente y regresé a Emapa. Llegamos a un acuerdo y todo quedó ahí».
«Luego vino el intento de tomar la Planta por los alcaldes de Huaral y Aucallama. En la primera lo apoyé, pero como le dije personalmente, no me convenía, porque hasta el almuerzo corría por mi cuenta y encima me descontaban el insumo químico y el tarro de leche que me correspondía por contrato. Después de varias semanas me lo repusieron».
«Yo he tenido que soportar muchos abusos por mi necesidad de trabajo. Tengo 3 hijos y uno en camino. Sé que por esto me van a hostigar, así que no me queda otro camino que presentar nuevamente mi renuncia. Ya sus allegados me han amenazado, diciendo que me atenga a las consecuencias. Miedo a él no le tengo y si quiere atentar contra mi integridad física o la de mi familia, sabe que tengo muchas cosas que aún no he salido a hablar. También ha dicho que me va a denunciar. Pues que lo haga», finalizó el agraviado Córdova Morales.
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