Inicio Locales Profesores condenados por terrorismo y crímenes sexuales no volverán a enseñar en...

Profesores condenados por terrorismo y crímenes sexuales no volverán a enseñar en los colegios

Gobierno aprueba proyecto de ley y también iniciativa que reconoce derechos hereditarios para convivientes

El Consejo de Ministros aprobó un proyecto de ley que impide a profesores condenados por terrorismo y actos de violación sexual, o pedofilia, enseñar en las aulas de un colegio o cumplir labores administrativas.

“Esta iniciativa plantea que nuestros niños y adolescentes, que estudian en centros educativos, no tengan la posibilidad de ser contaminados con ideologías distintas a las democráticas. Las personas que sean condenadas por delitos de violación sexual o pedofilia tampoco podrán estar junto con estos niños”, explicó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Jiménez Mayor.


Agregó que la medida deberá ser aplicada evaluando cada caso y que ello dependerá de la información que llegue al Ministerio de Educación, y enfatizó que estar implicado en este tipo de delitos representará, para el profesor involucrado, una causal de cese de la relación laboral.

Jiménez Mayor dijo que esta propuesta, que deberá ser aprobada por el Congreso de la República, se suma a otra iniciativa respaldada por el Gabinete, que reconoce derechos sucesorios o hereditarios a las personas que tengan uniones de hecho, “una convivencia en común y no cuenten con impedimento para casarse”.

En otro momento, el ministro Jiménez informó que también se aprobó el reglamente de organización y funciones del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que implica un cambio fundamental y de transformación de la institución.

“Estamos cambiando una estructura institucional de más de 30 años de antigüedad. Se inicia un proceso de modernización del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, para brindar mejores servicios a la ciudadanía, de defensa de acceso a la justicia, a la temática de derechos humanos, que vamos impulsar fuertemente”, concluyó.

Deja un comentario