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Oportunidades.

Agujero Negro

Por: Arturo Moreno *

Buscando lecturas muy necesarias para conocer el acontecer económico de la provincia, me di con un diálogo en la web, en el cual una persona que busca invertir en tierras para producción agrícola consulta si le es conveniente Huaral o Huaura. Se observa que el intercambio de información (http://www.agroforum.pe/archive/index.php) es fluido entre conocedores o especialistas, pero la orientación –debido a que pretendía cultivar paprika– va hacia el territorio vecino y detalla que en Huaral “hay buenas condiciones clima-suelo pero el factor clave son las plagas resistentes a los agroquímicos, debido a que existe una mayor biodiversidad en los cultivos de la zona”.

Este relato demuestra que hay oportunidades de inversión en nuestra jurisdicción, pero falta una política local, unitaria, de promoción e información abierta, amplia, para capturar las propuestas y ayudar a su consecución, para evitar desvíos como el anotado y porque el resultado concebirá muchos beneficios para la población, tanto en puestos de empleo, ingreso de recursos y forjará riqueza o, en otras palabras, mejorará la calidad de vida de los involucrados.

Si bien es cierto –como citan especialistas y funcionarios públicos del ramo– en los últimos años no se generó un flujo importante de inversión en el campo agropecuario peruano, hay hombres y mujeres que si apuestan por un desarrollo agrícola o pecuario con miras a la exportación. En ese sentido, Huaral es un valle eminentemente propicio, pero falta que sus entes –estatales y privados– coordinen, planifiquen y ejecuten actividades de promoción para captar las inversiones.

 Otro ejemplo. Según datos de la propia empresa, Procesadora Torre Blanca está invirtiendo 2,4 millones de nuevos soles para ampliar su planta ubicada en el distrito de Chancay porque sus servicios de procesamiento, empaque, almacenamiento y comercialización de frutas y hortalizas está en franco crecimiento, por lo cual proyecta alcanzar este año ventas por 26 millones de nuevos soles; es decir, 30% más que el año pasado. Destaca, por cierto, que Europa del Este, principalmente Rusia, busca adquirir productos que antes el Perú no vendía como las mandarinas tardías.


Como verán, oportunidades hay en Huaral. Y muchas. Si observamos el entorno urbano de las ciudades costeñas, la inversión está concentrada en los negocios. De toda índole. E inclusive puede advertirse el aumento de vendedores ambulantes y la ampliación del entorno de los mercados cada fin de semana. Esto sucede porque en la provincia, el ciudadano de a pie se ha integrado a la sociedad de consumo. Tal vez con papel moneda o tal vez con dinero plástico, pero hay capacidad adquisitiva notoria.

 También puede notarse el crecimiento del sector construcción y la compra-venta de inmuebles o de tierras agrícolas. Los negocios se modernizan y ya se vocea el ingreso de un conocido supermercado. Entre paréntesis: Atención, en este punto se requiere que los actuales comerciantes, sobre todo del reconocido Mercado Modelo, apunten a girar 180 grados su presentación y comercialización de productos, porque pueden sucumbir ante la competitividad planificada y publicitada bien cimentada sobre fuertes capitales. Siete años ha cumplido ese centro de abastos, pero sus asociados mantienen el local bajo la “Cultura Cahuas”, en desorden, falta de limpieza y trabajando en el suelo.

 Como reitero, las ocasiones crecerán cuando entre en funcionamiento el asfaltado Chancay-Huaral-Acos. Sobre todo, y vayan preparándose, para las inversiones en negocios turísticos en la sierra, en los puntos interandinos de Cuyo, Huayán, Vilca, San Miguel, Acos, y tal vez mas arriba. Chosica y Santa Eulalia, por citar algo comparativo, viven de su natural sol casi todo el año. Reciben cada fin de semana miles de visitas, en sus restaurantes, en sus clubes de invierno, en sus recreos campestres. La mayoría de consumidores es de Lima y Callao.

 Huaral, en analogía con esos lugares, tiene mucho más para ofrecer. Pero no vamos a invitar suelo vacío ni espacios sin comodidad, hay que ir preparándonos todos: inversores locales, propietarios de campos, comuneros, autoridades. Hay que unirnos en un gesto promotor para sacar adelante a nuestra provincia. Maduremos una autoridad autónoma, una cámara o una sociedad provincial de turismo y de desarrollo económico. Pongamos en marcha un plan integral. Es hora de la unidad para el progreso. Si no, de nada sirven las chácharas.

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* Periodista

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