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El amor en la obra de Jorge Luis Borges

José Ramos Casazola
Sobre Jorge Luis Borges, se escriben ensayos todos los días, no es mi propósito hacerlo, sin embargo, me he tomado la licencia e irreverencia de llamar la atención sobre un tema, no muchas veces estudiado sobre la obra del genial escritor argentino, el tema versa sobre la presencia o ausencia del amor en su vasta obra; Sábato dijo de Borges lo siguiente: “A usted Borges, heresiarca del arrabal porteño, latinista del lunfardo, suma de infinitos bibliotecarios hipostáticos, mescla rara de Asia Menor y Palermo, de Chesterton y Carriego, de Kafka y Martín Fierro; a usted Borges, lo veo ante todo como un gran Poeta” (“Uno y el Universo” Pág. 24. Obras y Ensayos Editorial Losada) en parte es cierto, por que Borges es un gran poeta, pero también es un magnifico cuentista, y un extraordinario ensayista, debo señalar que Borge nunca escribió una novela.

Los temas esenciales en la obra de Jorge Luis Borges, son siempre recurrentes, la inmortalidad, el eterno retorno, el tiempo, los laberintos, la metafísica, la teología, los espejos, los tigres, la germanística, el doble, los compadritos y guapos de facón; siempre me ha causado perplejidad la admiración que sentía Borges por los Guapos, por los compadritos, quizás sea su falta de fe; hay que recordar que él era ateo; o quizás añoraba en aquellos personajes, la fuerza y el coraje o una vida que el hubiera querido de algún modo tener.

Pero y el amor, tema esencial de los poetas, están presente o no en Borges, empecemos por su primer libro de poemas, “Fervor de Buenos Aires”(1923) en el hay un poema “Despedida” el primer verso dice así “Entre mi amor y yo han de levantarse/ trescientas noches como trescientas paredes / y el mar será una magia entre nosotros”; en su libro de poemas “Luna de Enfrente”(1925) Hay dos poema “Amorosa anticipación “y “Una despedida”; en su libro “Cuaderno San Martín” (1929), sus poemas son mas intelectuales y no hay nada sobre lo que comúnmente llamamos amor; en 1930 escribe “Evaristo Carriego” donde habla de su barrio Palermo del cuchillo y de la guitarra ¿Cómo fue aquel Palermo o como hubiera sido hermoso que fuera? a esa pregunta quiso contestar al escribirlo, según sus propias palabras en el prólogo, de la obra antes referida; en 1932 escribe “Discusión” donde nos habla de la reivindicación del falso Basílides y de la cábala, también de la poesía gauchesca, entre otros temas maravillosos, en 1935 escribe “historia Universal de la Infamia” donde nos habla del atroz Redentor Lazarus Morell, el impostor inverosímil Tom Castro, La viuda Ching Pirata, su famoso cuento “El hombre de la esquina rosada”, que muchos piensa y confunden con la casa de gobierno de Argentina, pero que no tiene nada que ver con ella; En 1936 escribe su libro de ensayos “Historia de la Eternidad, donde habla del tiempo, el eterno retorno, la filosofía platónica, y la eternidad; en 1944 Borges nos regala, para regocijo de quienes apreciamos la buena literatura, el mejor libro de cuentos en habla española, según mi modesto entender, Ficciones, es realmente portentosa e insuperable su demostración de maestría y concisión, una literatura fantástica, inagotable y maravillosa, y en 1949 nos vuelve a regalar ese prodigio de su asombrosa imaginación que es El Aleph, traducida a todos los idiomas y sin lugar a dudas para muchos, el mejor de sus cuentos incluido el propio Borges.

En 1952 Borges escribe Otras Inquisiciones, libro de ensayos donde nos maravilla la inmensidad de su erudición, su vastísima cultura y el dominio del idioma castellano; en 1960 ve la luz El hacedor con su famoso poema en prosa “Borges y Yo” , así como el “poema de los dones” ,”El reloj de Arena”, “El ajedrez” ,”Los Espejos” ,entre tantos famosos poemas en versos, En el hacedor hay un poema en Prosa “Delia Elena San Marcos”, quizás sea una tenue alusión al amor, también hay un poema “Blind Pew”, que podemos decir, que habla del amor, en el poema “Arte Poética” Borges en el sexto verso señala “Cuentan que Ulises, harto de prodigios,/lloró de amor al divisar su Ítaca/verde y humilde.


En 1964,Borges escribe “El otro, el mismo”, de este libro de versos Borges dice lo siguiente “De los muchos libros de versos que mi resignación, mi descuido y a veces mi pasión fueron borroneando, El otro el mismo, es el que prefiero, ahí están el “Otro poema de los dones”, el “Poema Conjetural”, “Una Rosa y Milton” y “Junín” que si la parcialidad no me engaña, no me deshonran. Ahí están asimismo mis hábitos: Buenos Aires, el culto de los mayores, la germanística, la contradicción del tiempo que pasa y la identidad que perdura, mi estupor de que el tiempo, nuestra sustancia pueda ser compartido” no le falta razón a Borges sus poemas son realmente extraordinarios , personalmente me gusta “El Golem” y “Una Rosa y Milton”, El “Instante” y “El hambre” cuyo primer verso dice así “Madre antigua y atroz de la incestuosa guerra,/borrado sea tu nombre de la faz de la tierra” hay un poema Elegía donde Borges dice “Oh destino el de Borges,/haber navegado por, los diversos mares del mundo/o por el único y solitario mar de nombres diversos, haber sido una parte de Edimburgo, de Zurich, de las dos Córdobas, de Colombia ya de Texas/haber regresado, al cabo de cambiantes generaciones,/ a las antiguas tierras de su estirpe,/a Andalucía, a Portugal y a aquellos condados/donde el sajón guerreo con el danés y mezclaron sus sangres,/haber errado por el rojo y tranquilo laberinto de Londres,/haber envejecido en tantos espejos,/haber buscado en vano la mirada de mármol de las estatuas,/haber examinado litografías, enciclopedias, atlas,/haber visto las cosas que ven los hombres,/la muerte, el torpe amanecer, la llanura/y las delicadas estrellas,/y no haber visto nada o casi nada/sino el rostro de una muchacha de Buenos Aires,/un rostro que no quiere que lo recuerde/Oh destino de Borges,/tal vez no más extraño que el tuyo”

Para 1965 publica “Para las seis cuerdas” libro de poemas en versos donde nos da a conocer preciosas milongas como la “milonga de dos hermanos” donde nos cuenta la historia de los hermanos Iberra, hombres de amor y de guerra o la milonga de Calandria En 1969, se publica “Elogio de la sombra” donde Borges con la maestría a que nos tiene acostumbrado vuelve con los espejos, laberintos y espadas, al que agrega la vejez y la ética En 1972 publica su libro de poemas el “Oro de los Tigres” en el poema “1971” Borges nos habla de la luna, “La luna que el amor secular busca en el cielo con triste rostro y no saciado anhelo, será su monumento, eterna y una”, pero es en el poema “El amenazado”, donde Borges habla sobre el amor, de una forma maravillosa:
“Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa mascara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.

Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal, ella no lo ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo”.

El, tema del Amor está presente en sus poemas en verso y es casi inexistente en su prosa , en el epílogo de “ El Libro de Arena” Borges señala lo siguiente: “El tema del amor es harto común en mis versos; no así en mi prosa, que no guarda otro ejemplo que “Ulrica”; de las propias palabras del inmortal Borges, llegamos a la conclusión, que efectivamente el amor está presente en sus poemas en verso, más no así en su prosa, salvo el hermoso cuento de Ulrica que solo confirma, la excepción a la regla.

Borges, escribió este cuento de amor entre una noruega (Ulrikke) y un profesor universitario colombiano en Nueva York, célibe y entrado en años, (Javier Otarola), dicha historia abarcará una noche y una mañana, Javier describe así a Ulrica “Era ligera y alta, de rasgos afilados y de ojos grises. Menos que su rostro me impresionó su aire de tranquilo misterio. Sonreía fácilmente y la sonrisa parecía alejarla”; Javier Otarola la conoce en Nueva York en la salita del Northern In, donde se la presenta un amigo “le dije que era profesor en la universidad de los Andes; aclaré que era colombiano” Ulrika le pregunto pensativa “¿que es ser colombiano? – no sé, es un acto de fe- “Como ser noruega- asintió”. Al otro día Javier la invita a caminar y ella le propone ser suya en la posada de Thorgate “Para un hombre célibe entrado en años, el ofrecido amor es un don que ya no se espera. El milagro tiene derecho a imponer condiciones” refiere Javier Otarola

Para luego decir “Yo querría que este momento durara para siempre” “Siempre es una palabra que no esta permitida a los hombres afirmó Ulrica” “Secular en la sombra fluyo el amor y poseí por primera y ultima vez la imagen de Ulrica. Un cuento de amor, creado por uno de los más grandes escritores contemporáneos, lástima que los suecos, no le entregaran el nobel por razones políticas, pero esa ya es otra historia.

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