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Una vez que los representantes del Ministerio Público y la División de Medicina Legal de Barranca, junto a las autoridades policiales “paramonguinas” llegaran hasta el lugar en alusión, se realizó una inspección municiosa de la escena de crimen. Simultáneamente se recogió el testimonio de los moradores, algunos de los cuales revelaron que «detrás del asesinato estaría un fumón», el mismo que recientemente también había atentado contra el homosexual.